La compañía celebrará tres décadas de trabajo
Una de las compañías más importantes de la escena nacional está próxima a cumplir tres décadas en los escenarios. Aunque hasta el momento no han anunciado alguna función o programa conmemorativo para celebrar su fructífera carrera, es importante recordar el papel que esta agrupación ha jugado para la proyección de la danza contemporánea en nuestro país.
La agrupación a cargo de la coreógrafa mexicana, –galardonada con el Premio Nacional de Danza, el Premio Virginia Fábregas, el Premio Nacional y Continental de Coreografía, entre otros– fue fundada en 1994 con una propuesta innovadora en la que destaca el nivel técnico de sus bailarines, la búsqueda de un lenguaje personal y una propuesta escénica arriesgada.
Su proyección internacional incluye su participación en el Encuentro Generación Ñ en Barcelona en España, giras en Estados Unidos que incluyen el Yerba Buena Theater de San Francisco, el Kennedy Center for the Performing Arts de Washington, D.C., el Touhill Performing Arts Center de St. Louis, el Mondavi Center en California, el Adrienne Arscht Center For The Performing Arts de Miami y en el Music Center de Los Angeles y mercados de artes escénicas, como el de CINARS, en la ciudad de Montreal, en el teatro Monument National y en “Puerta de las Américas”.
Hay en ella una calidad brillante, en la que logra combinar la música, el vestuario y luces en un todo significativo
Tal como han referido diversos medios de comunicación hay en ella una calidad brillante, en la que logra combinar la música, el vestuario y luces en un todo significativo, este todo se ha convertido en una propuesta que emociona y logra poner a los espectadores al filo de la butaca, siempre en vilo por cada instante por venir.
Su amplio repertorio está compuesto de obras como Invocaciones, inspirada en la poesía de Vicente Huidobro; El esclavo, inspirado en la obra homónima del escritor Isaac Bashevis Singer; la sátira a la tecnología en Biografía del deseo; las dimensiones de la muerte y la vida en Visitante; la feminidad, en Las Horas; el amor y la sensualidad en Anabiosis; el agua, con su poder infinito de conducir metáforas e imágenes, en Las aguas del olvido; y el revivir textos históricos y literarios, en Clodia la Impúdica.
No queda más que esperar una función con la que se corona una carrera de tres décadas de trabajo comprometido con la danza mexicana y del mundo, en la que el disfrute, la pasión por el movimiento y la poesía escénica se condensan en una sola agrupación.

Estudiante de la maestría en Periodismo cultural, amante de los perros y de la ciudad.